Para el venezolano la Navidad es la fecha más importante del año. Es el tiempo de reunirse con amigos y familiares para celebrar la llegada del Niño Jesús. En todos los rincones del país, existen tradiciones que se festejan de la misma manera: la Noche Buena, las patinatas, los regalos, la mesa de navidad, el arbolito y pesebre, aguinaldos, gaitas y parrandas, la Misa de Gallos, el “cañonazo”” y fuegos artificiales en la Noche Vieja. Debido a su herencia cultural, en muchos de sus estados se manifiestan diferentes tipos de celebraciones durante esta época del año, que se extiende desde noviembre hasta casi febrero.
En el Zulia, la Navidad comienza a partir del 18 de noviembre, con el Día de la Chinita. Realizan una feria donde la gente se deleita con gaitas y procesiones, en torno a la santa patrona. Allí se pueden apreciar los instrumentos musicales que se usarán para la temporada decembrina, el cuatro, las maracas y el furruco.
En los Andes, en la primera semana de enero, celebran la Paradura del Niño. Los pesebres más grandes y más artísticos del país se hacen en esta región y se muestran durante esta temporada. Envuelven la imagen del Niño Jesús en seda y luego pasan a lo que se conoce como Robo y Búsqueda del Niño. Una de las personas del pueblo lo esconde y, en una especie de acto teatral, comienzan a buscarlo.
De la herencia cultural europea, Venezuela adoptó las costumbres de disfrazarse, usar máscaras e intercambiar los roles de autoridad y de sexo. El 28 de diciembre, en varios estados y con diferentes nombres, se celebra el Día de los Inocentes, una fiesta pagana de origen europeo. Una de ellas se denomina Los Locos y Locaínas en Mérida, Trujillo y Portuguesa. Los personajes de los locos se visten con trajes sucios y se cubren sus rostros pintándose o con máscaras. El motivo de la fiesta es intercambiarse los papeles, los hombres se visten de mujeres, los niños de viejos y viceversa. Es una especie de obra teatral donde los personajes interactúan y crean escenas jocosas, acompañadas de música en vivo.
En el estado Lara se realiza Zaragoza, que es esta misma celebración, pero más de carácter religioso que lúdico. Las procesiones, oraciones y danzas infantiles recrean el ambiente. La música que tocan son los merengues larenses.
Ese mismo día se celebra en Monagas la Fiesta del Mono, que proviene de un antiguo rito indígena. El mono baila como bufo por todo el pueblo y se le va uniendo la gente de la calle formando un trencito y bailando por todas partes, siguiendo sus movimientos.
También, en el estado Vargas se conmemora el Gobierno de las Mujeres, quienes se visten de hombres y representan a las autoridades en las calles, mientras ellos se ocupan de los quehaceres de la casa y de los niños.
En Caracas el comienzo de la navidad se marca con el encendido de la cruz del cerro Ávila, del primero de diciembre hasta el 6 de enero. Mide 37 metros de alto y 18 de ancho. Es un símbolo icónico e importante para la navidad caraqueña. En los estados Bolívar y Nueva Esparta se organizan fiestas en alabanza a sus trabajadores y actividades de la vida diaria, como la caza y la pesca.
No importa de dónde seamos, si somos venezolanos y hemos vivido el ambiente navideño allá, sabemos que no hay nada como celebrar en familia, cantar y bailar aguinaldos, gaitas y parrandas, comernos una hallaca y un pan de jamón, hacer nuestras las costumbres de otros países, decorar nuestras casas como si tuviéramos una navidad blanca en invierno, comiendo torta negra, turrones y nueces. Eso sin contar todas nuestras tradiciones para el 31 de diciembre, recibir el año comiendo 12 uvas y lentejas, tener dinero en el bolsillo y cruzar la calle con una maleta, para poder viajar en el año entrante.
¡Nunca olvidemos el espíritu y sentir navideño venezolano que nos impregna y llevémoslo con nosotros adonde vayamos! ¡Feliz Navidad y Prospero Ano Nuevo les desea Sentir Venezuela!
Por Carla Soto
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